MINISTERIO DE MISIONES

 

La visión y la misión de la iglesia, Jesús la resumió en dos frases ilustrativas:

“Vosotros sois la Sal de la tierra”

“Vosotros sois la Luz del mundo”

(Mateo 5:13-14). Estas declaraciones nos hablan de la naturaleza y función de la iglesia entre las naciones de toda la tierra, el tener un criterio localista o egocéntrico es una oposición a la visión divina, al usar el Señor la palabra “Tierra” se refiere a todos los grupos étnicos en todo el mundo que necesitan del Evangelio que es el único agente divino que les dará sentido o sabor a la vida, y al usar la palabra “Mundo” está más referido al sistema de valores, filosofía y religiones que tienen a las naciones en la oscuridad espiritual, donde la mentira es aceptada como verdad, pero por la predicación y poder del Evangelio, la ignorancia y el error desaparecerá para que los hombres reconozcan el camino a seguir y eviten tanto sufrimiento por tantos tropiezos en la vida, por caminar en las tinieblas y sobre todo que escapen de la condenación eterna o como Jesús lo dijo: “Las tinieblas de afuera”.

 Por tal razón como iglesia debemos:

  • Creer y abrazar la visión y misión divina de la iglesia
  • Clamar en oración para que los pueblos conozcan el evangelio y para que Dios envíe obreros a su mies
  • Desarrollar un papel más activo en nuestra consagración y el evangelismo local e internacional.
  • Fortalecer la iglesia local en una mayor dimensión en la parte espiritual, en el discipulado, en el conocimiento y entrenamiento, en la organización y en la infraestructura física, para tener más y mejores recursos para enfrentar este privilegio.
  • Ser fieles en nuestros diezmos y ofrendas en forma abundante e imitar a las iglesias de Macedonia: “a pesar de las pruebas que han tenido que pasar son muy felices; y a pesar de ser muy pobres sus ofrendas han sido tan generosas como si fueran ricos” (2 Cor.8:2)
  • Participar en extender el Reino de Dios enviando misioneros a todas partes del mundo y así poder imitar a las iglesias de Tesalónica: “Porque partiendo de vosotros ha sido divulgada la Palabra del Señor no sólo en Macedonia y Acaya, sino que también en todo lugar vuestra fe en Dios se ha extendido, de modo que nosotros no tenemos necesidad de hablar nada” (1 Tes. 1:8).

 

La oportunidad de involucrarnos en la aventura más grande y emocionante sobre la faz de la tierra está a nuestro alcance, ¿Aceptará en ser parte de la Sal y la Luz del mundo en forma activa y no teórica? o ¿rechazará con su indiferencia la Visión y Misión de Cristo para el mundo y su vida?

El camino ancho del egocentrismo y materialismo está esperándole o el camino angosto de la negación a nosotros mismos que nos introducirá a la tierra que fluye leche y miel.

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